Desde el momento del nacimiento, cada ser humano forma parte de una red energética familiar, que por su forma estructural se la denomina Constelaciones Familiares.

Al igual que en el Cosmos, estas redes energéticas deben mantener un equilibrio y si por algún motivo alguien que forma parte de esta red queda aislado, discriminado, marginado, estas redes se desconfiguran, generando implicaciones, a veces trágicas, en las generaciones posteriores.

Muchas veces nos hemos preguntado porque no podemos superar ciertas circunstancias de nuestra vida, o porque algunas se repiten periódicamente. En la mayoría de los casos tiene que ver con sucesos acontecidos con anterioridad en tu red familiar, de los que tú no sueles saber nada, pero que debido a la estructura energética, deben de ser compensados.

Todo en el Universo tiene un Orden y si este orden se rompe, surge la desarmonía, la cual vivimos y nos repercute directamente.

La Constelación Familiar abre el campo energético de la persona que realiza su constelación y el facilitador, ayudado por personas del grupo, deja que dicho campo se manifieste, para así poder colocar y reorganizar lo que estaba aislado, con la medicina infalible del AMOR.

El proceso repercute no sólo en el propio individuo sino también en su familia, con resultados muy positivos.

El trabajo de Constelaciones Familiares está encaminado a:

• Limpiar las cargas familiares que llevamos con nosotros.
• Dar su lugar a todos los miembros de nuestra red familiar, para eliminar los cortes energéticos sufridos en la misma.
• Alcanzar una comprensión más profunda de nuestras dinámicas de comportamiento, entendiendo mejor nuestra realidad familiar.
• Comprender más a fondo cómo funciona la vida descubriendo las leyes del AMOR de los sistemas familiares.